
El esmoquin responde a una descripción muy precisa que merece la pena conocer si desea que su indumentaria exprese el respeto por el anfitrión, por el acontecimiento que se celebra y el respeto hacia usted mismo.
¿Cómo no va a confundir la gente John Lobb con John Lobb si tienen el mismo nombre comercial? Aunque sus zapatos –y el modo con los que los elaboran y comercializan– son completamente distintos.
El brasileño Lorenzo Martone ha desarrollado una línea de bicicletas de estilo limpio, ordenado, en el que ningún elemento decorativo es redundante y en que los colores se conjugan con atrevimiento.
Las cajas fuertes que restaura y construye ya la cuarta generación de la familia Döttling en Sindelfingen se distinguen por la singularidad y belleza de sus acabados en madera y piel que las convierten en un elemento decorativo principal.
El elevado coste de los tejidos de calidad sublime se explica por el difícil acceso al hábitat con temperaturas extremas en el que los animales producen la fibra y al bajo aprovechamiento de cada esquilado que requiere.
En pocos años, esta firma londinense ha conseguido vender en todo el mundo sus trajes de baño de aire vintage pero creados con un estilo intemporal. Son elegantes en todas las edades y situaciones.
Ese par de Oxford full-brogue adquiridos en el último viaje a Londres o los Monkstrap hechos a medida hace un tiempo por Rudolf Scheer merece la pena conservarlos para siempre. Basta con poner atención a algunos detalles.
Cuando hoy se menciona a John Lobb se hace indispensable aclarar a cuál de las dos casas zapateras se esta haciendo referencia: si al taller de St James’s Street en Londres o a la firma John Lobb, con sede social en París, perteneciente a Hermès.
Desde 1977, ofrece una de las mejores colecciones de corbatas del mundo en las que los estándares más altos de calidad de la tela y de la confección se unen a una continua e inconformista innovación.
Fay representa el sportswear versátil que combina a la perfección con atuendos para el trabajo o el tiempo libre, en la ciudad y en el campo, más ó menos vestidos, siempre aportando comodidad y estilo.